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martes, 14 de febrero de 2017

Guía de Finanzas en Pareja

Las finanzas en pareja se tratan de un tema que no es fácil de trabajar, y suele dejarse pasar. Solo cuando empezamos a tener roces o problemas, nos damos cuenta que nuestros hábitos financieros no son compatibles, y esto puede convertirse en un verdadero dolor cabeza, incluso puede llegar a ser la causa del fin de una relación.

Es importante tomar cartas en el asunto a tiempo. Recuerden que en el mundo de las relaciones de  pareja no hay verdades absolutas, y éste artículo pretende ser una guía. Cada pareja tiene su propia dinámica, y deben encontrar que cosas les funcionan y cuáles no. Voy a compartir con ustedes algunas de la prácticas que personalmente he aplicado y me han dado buenos resultados.

Establecer prioridades financieras
Aquí lo mejor es cada uno escriba que quiere hacer con su dinero de forma individual. Mi esposo y yo no lo escribimos (que hoy siento que fue un error) pero si tuvimos una larga conversación que nos permitió entender como pensaba y como se sentía cada uno respecto al dinero. Obviamente no van a coincidir en todo (y eso está bien), pero esto va a evitar sorpresas en  camino. De verdad aquí sean sinceros: si la prioridad en viajar, comprarse ropa de moda o salir todas las semanas a probar un restaurante nuevo ¡díganlo! Es importante tener las cartas sobre la mesa para evitar frustraciones y conocer los puntos de negociación y compromiso. El ejercicio es positivo, les va a proporcionar libertad, paz mental y es la clave para el siguiente paso.

Establecer metas de ahorro y de inversión comunes
Este paso es para mí el más importante, y a nivel de mi relación de pareja fue el más satisfactorio. Si bien ambos teníamos concepciones distintas del dinero, a la hora de establecer que queríamos en el largo plazo fue donde coincidimos más. Aquí es donde el objetivo se convierte a la vez en la motivación para establecer y cumplir con esos compromisos. Plantearse metas para mi es lo que le da sentido a vida, es mantenerte en esa búsqueda constante de tus sueños, y hacerlo con tu pareja es la forma más bonita (y sensata) de alcanzarlos. Sea comprarse una casa, diversificar un portafolio, comprar la primera propiedad de inversión, o lo que sea, háganlo siguiendo la metodología SMART.

Repartir los gastos de la casa
Lo ideal o lo justo es que cada quien aporte en una proporción equivalente al ingreso que genera. Pueden hacerlo a través de una cuenta conjunta donde ambos aporten, para diferenciarlo de las finanzas individuales y ahí pueden hasta domiciliar los pagos de ciertos servicios.

Hacer seguimientos mensuales
Este paso nos ha dado excelentes resultados. Se han convertido además en el momento de compartir nuestras preocupaciones sobre el avance de nuestras metas o en las nuevas prácticas que queremos implementar. Como toda relación humana la comunicación es fundamental para lograr que funcione y esta manera hemos logrado encontrar un espacio para hacer esta evaluación sin presiones.

No ocultaremos nada
Este es el punto donde creo que voy a tener más detractores,  tanto femeninos como masculinos, pero la verdad es que mantener cuentas ocultas, restringir el acceso a información financiera, o simplemente mentir va en contra de las metas que se plantearon. Construir un patrimonio es mucho más fácil entre 2, con respeto, honestidad y siendo justos en lo que se puede lograr.

Considera los riesgos
Y aquí hablamos de los seguros. Es vital que ambos cuenten con una póliza de seguros en caso de accidentes o enfermedades, un incidente de esta naturaleza puede desequilibrar completamente tus finanzas y lanzar por la borda todo el proceso de planificación.
Así mismo consideren también invertir en una póliza de seguro de vida. Lo ideal es que ésta se contraten de manera individual pero si no existe la capacidad de hacerlo así, la prioridad es asegurar al mayor productor de ingresos de la pareja, de esta manera pueden amortiguar el impacto financiero de una falta prematura.

Extracto tomado de: @espacioconvalor

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